Las mucosas son los tejidos epiteliales que recubren los conductos y cavidades expuestas al medio ambiente, como los órganos digestivos, los respiratorios, los urológicos, etc. La sequedad de estas mucosas puede causar diversos problemas de salud y sustancias como el omega 7 pueden ayudar a mantenerlas saludables.
¿Qué es la mucosa gástrica?
La mucosa gástrica es el revestimiento interno del estómago que está en contacto directo con su contenido.
La mucosa gástrica tiene el mismo origen embrionario que la piel, es decir, se forman a partir de la tercera hoja embrionaria denominada ectodermo. Es una estructura fundamental en el organismo, ya que realiza funciones de gran importancia, como la defensa frente a los microorganismos externos y otros patógenos mediante una barrera física, y, por otra parte, algunas células segregan moco para evitar que las cavidades se sequen o para lubricar los alimentos mientras se desplazan por el tubo digestivo.
La mucosa se compone de 3 capas. La capa externa nos protege contra los microorganismos y los contaminantes externos. La capa media (formada por colágeno y elastina), contiene numerosos vasos sanguíneos y linfáticos, por los que se absorben los nutrientes del tubo digestivo. Y en la capa interna hay una capa delgada de músculo liso constituida por fibras delgadas musculares que hacen que la mucosa del estómago e intestino delgado presente numerosos pliegues pequeños, que incrementan el área de superficie para la digestión y la absorción.
¿Cuál es la función de la mucosa gástrica?
Esta mucosa es una capa de tejido que recubre las paredes del estómago que cumple funciones importantes relacionadas con la digestión y la protección del estómago, como la producción de ácido gástrico. Las células especializadas en la mucosa gástrica, conocidas como células parietales, secretan ácido clorhídrico (HCl) y enzimas digestivas como la pepsina. El ácido gástrico ayuda a descomponer los alimentos y las enzimas digestivas descomponen las proteínas.
Las sustancias ácidas que produce el estómago son muy potentes, por lo que podrían dañar el estómago si no estuviera protegido por esta mucosa que lo recubre y lo protege de la acción corrosiva del ácido y las enzimas.
Además, aunque la mayor parte de la digestión y absorción de nutrientes ocurre en el intestino delgado, el estómago también descompone parcialmente los alimentos y permite la absorción de algunas sustancias, como el alcohol y ciertos medicamentos.
Cuando esta mucosa se ve afectada por diversos problemas como la gastritis (inflamación de la mucosa gástrica), la estomatitis ulcerativa o las úlceras pépticas (lesiones en la mucosa gástrica), esta protección puede verse comprometida, lo que puede llevar a problemas de salud como dolor abdominal, indigestión y sangrado gastrointestinal. Por lo tanto, es importante mantener la salud de la mucosa gástrica para garantizar un funcionamiento adecuado del sistema digestivo.
Las membranas de las células de las mucosas están formadas por ácidos grasos insaturados, imprescindibles tanto para su estructura como para su funcionamiento. Estos ácidos aportan fluidez a las membranas, permiten el movimiento de proteínas en su superficie y dentro de la bicapa lipídica de la membrana celular, y, además, son el sustrato para la síntesis de prostaglandinas, sustancias que intervienen en el proceso antiinflamatorio. Por eso, es necesario suministrar una cantidad suficiente de ácidos grasos insaturados, además de aumentar su consumo cuando padecemos ciertas enfermedades o procesos que pueden afectar a las mucosas, como la menopausia (etapa marcada por la reducción de los estrógenos que causa sequedad en las mucosas) o los tratamientos de cáncer (que pueden afectar también a la sequedad de las mucosas).
¿Cómo mantener la mucosa gástrica sana?
Para mantener la mucosa gástrica en buen estado debemos:
1- Seguir una dieta equilibrada rica en alimentos saludables que protejan la mucosa, como una variedad de frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables. Evita las comidas procesadas, ricas en grasas saturadas y azúcares añadidos.
2- Evitar comer en exceso ya que las comidas abundantes pueden aumentar la producción de ácido gástrico, lo que puede ser irritante para la mucosa.
3- Comer lentamente y masticar adecuadamente los alimentos para facilitar la digestión en el estómago y reducir la necesidad de producir excesivo ácido gástrico.
4- Evitar alimentos irritantes que pueden afectar la mucosa gástrica como las comidas picantes, cítricos, café, alcohol y alimentos muy grasos.
5- Beber mucha agua para mantener la mucosa gástrica hidratada y saludable.
6- Evitar el consumo excesivo de alcohol y bebidas muy ácidas.
7- Controlar el estrés por medio de técnicas como la meditación, el yoga, la respiración profunda, etc.
8- No fumar ya que el tabaco aumenta la producción de ácido gástrico y debilita la barrera de moco que protege la mucosa.
9- No abusar de medicamentos que pueden irritar la mucosa como los antiinflamatorios no esteroides (AINEs).
10- Incluir en nuestra dieta alimentos o suplementos dietéticos que contengan omega 7, un ácido graso insaturado que ayuda a la estructura y la funcionalidad de piel y mucosas.
¿Cómo ayuda el omega 7 a la mucosa gástrica?
El omega 7 o ácido palmitoleico es un ácido graso monoinsaturado con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que se usa para tratar afecciones cutáneas y úlceras en inflamaciones digestivas y urogenitales.
Es muy beneficioso para la piel y las mucosas ya que forma parte de ambos tejidos.
Se encuentra presente en una proporción del 28% en el aceite del arbusto conocido con el nombre de espino amarillo (Hippophae rhamnoides). Esta planta crece en China y en la costa Atlántica de Europa en forma de arbusto, y de ella se utilizan sus bayas (semillas y pulpa) para la elaboración del aceite. Tradicionalmente, el aceite del espino amarillo se ha utilizado para tratar diversas enfermedades epiteliales ya que es rico en ácidos linolénico (omega 3), linoleico (omega 6) y oleico (omega 9), y en antioxidantes naturales (tocoferoles y tocotrienoles) que protegen la piel y las mucosas.
En ambos tejidos el omega 7 posee acciones antiinflamatorias, ayudando a paliar o mejorar los síntomas de diversos problemas cutáneos y digestivos, como úlceras gástricas y pépticas. También reduce el dolor causado por estos problemas, protege frente a los radicales libres y actúa como nutriente tanto de la piel como de las mucosas.
Diversos estudios han confirmado que el omega 7 ayuda a mejorar los síntomas en personas con úlcera péptica y úlcera gástrica. También se ha confirmado que ayuda a tratar la estomatitis ulcerativa en niños usado de manera tópica.
Debido a que en la sociedad actual cada vez disminuye más el aporte de ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados (presentes en el aceite de oliva, el pescado azul y los frutos secos) y se ha aumentado el consumo de ácidos grasos de baja calidad (los ácidos grasos saturados, presentes en las carnes, embutidos y mantequillas), es necesario aumentar el consumo de ácidos grasos saludables como el omega 7 para mejorar la salud de nuestra mucosa gástrica.
El aceite del espino amarillo, ingrediente de FemmeUp Oil, es un producto natural y beneficioso que puede ayudar a disminuir diferentes afecciones causadas por enfermedades en las mucosas, así como a mantener estos tejidos nutridos y con una óptima estructura.
Fuentes:
Patricia Sánchez, M José Segundo, Omega 7. Offarm. Vol. 26. Núm. 7. páginas 58-64 (Julio 2007). https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-omega-7-13108303
Erkkola, R. & Yang, B. “Sea buckthorn oils: Towards healthy mucous membranes.” AGROFood Industry Hi-Tech, 2003;53(3).
