La absorción de nutrientes es un proceso esencial para la salud y el funcionamiento adecuado del cuerpo humano ya que ayuda a proporcionarnos energía, reparar tejidos, fortalecer el sistema inmune, desarrollar y mantener los órganos y tejidos, mantener la salud ósea, prevenir enfermedades… Y esta absorción se produce en el intestino, por lo que mantenerlo sano es fundamental para nuestra salud.
¿Cómo absorbemos los nutrientes?
La absorción de nutrientes es un proceso crucial en el cuerpo humano que permite que los nutrientes de los alimentos que consumimos pasen del tracto gastrointestinal al torrente sanguíneo y se distribuyan a las células y tejidos del cuerpo.
Existen macronutrientes y micronutrientes. Entre los primeros encontramos los carbohidratos, las grasas y las proteínas. Entre los segundos las vitaminas y los minerales.
La mayoría de ellos se descomponen en el tracto gastrointestinal por medio de diversas enzimas y del intestino pasan a la sangre.
Por lo tanto, la una buena salud del intestino es fundamental para la absorción de nutrientes que nos ayuda a mantener la salud y el funcionamiento adecuado del cuerpo. Cualquier trastorno en el sistema gastrointestinal, como enfermedades intestinales, intolerancias alimentarias o problemas de absorción, puede afectar la capacidad del cuerpo para absorber nutrientes de manera eficiente, lo que puede llevar a deficiencias nutricionales y problemas de salud.
¿Qué problemas en el intestino afectan a la absorción de nutrientes?
Como hemos dicho, la salud del intestino es fundamental para una correcta absorción de nutrientes. El problema es que algunas enfermedades, afecciones médicas o factores genéticos influyen en la salud intestinal:
- Celiaquía: una enfermedad autoinmune que impide la correcta absorción de gluten, una proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno. La enfermedad celíaca no controlada daña la mucosa del intestino delgado, disminuyendo la capacidad de absorción de nutrientes, especialmente hierro, calcio y vitaminas liposolubles.
- Enfermedad de Crohn: una enfermedad inflamatoria crónica del tracto gastrointestinal que puede afectar cualquier parte del sistema digestivo. La inflamación y las lesiones en el intestino pueden reducir la absorción de nutrientes y causar deficiencias nutricionales.
- Colitis ulcerosa: similar a la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa es una enfermedad inflamatoria del colon que puede afectar la absorción de nutrientes debido a la inflamación y ulceración en el revestimiento del intestino.
- Síndrome de malabsorción: es un conjunto de trastornos que afectan la absorción de nutrientes. Algunos ejemplos incluyen la enfermedad de Whipple, la fibrosis quística, la atrofia de las vellosidades intestinales y la sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado.
- Intolerancias alimentarias: las intolerancias alimentarias, como la intolerancia a la lactosa o la intolerancia al gluten no celíaca, pueden causar síntomas gastrointestinales y reducir la absorción de nutrientes si no se tratan adecuadamente.
- Estrés: el estrés provoca síntomas digestivos que afectan a la absorción de nutrientes. El cerebro y el intestino se encuentran conectados gracias a que tienen una red neuronal muy similar y al eje intestino-cerebro que las une. Por eso, el estrés puede afectar a la absorción de nutrientes.
¿Cómo cuidar nuestro intestino para mejorar la absorción de nutrientes?
Aquí tienes algunas estrategias para promover un intestino saludable y mejorar la absorción de nutrientes:
1- Sigue una dieta sana y equilibrada rica en fibra, frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables. La fibra es especialmente importante para mantener un intestino saludable y regular. Evita los ultraprocesados, los azúcares y la comida basura ya que pueden alterar el equilibrio de las bacterias intestinales y promover la inflamación.
2- Aumenta el consumo de probióticos y alimentos fermentados como yogur, kéfir, chucrut, kimchi y miso, en tu dieta. Los probióticos son bacterias beneficiosas que pueden promover la salud intestinal y ayudar a mantener una flora intestinal rica y variada.
3- Incluye prebióticos en tu dieta. Los prebióticos son alimentos que alimentan a las bacterias buenas en el intestino, como ajo, cebolla, plátanos, espárragos y alcachofas.
4- Bebe al menos 2 litros de agua al día para mantener el tracto gastrointestinal bien hidratado y favorecer la digestión adecuada.
5- Limita el alcohol y la cafeína, sustancias que irritan el revestimiento del intestino y pueden afectar la absorción de nutrientes. Consume estos productos con moderación.
6- Evita el tabaco. Fumar puede dañar el intestino y contribuir a problemas digestivos.
7- Reduce el estrés ya que el estrés crónico puede afectar negativamente el intestino y la absorción de nutrientes. Practica técnicas de manejo del estrés, como la meditación, el yoga o la terapia. O recurre a plantas naturales como la Ashwagandha, una planta adaptógena que reduce el estrés y calma la ansiedad.
8- Haz ejercicio físico de manera regular. El ejercicio promueve la salud intestinal y mejora la motilidad del intestino, lo que puede facilitar la absorción de nutrientes.
9- Si tienes problemas de absorción de nutrientes puede ser necesario recurrir a suplementos vitamínicos o minerales para asegurarte de que estés obteniendo los nutrientes necesarios. Consulta a tu médico.
10- Come despacio, sentado, dedicando un tiempo a masticar cada alimento. Las prisas interfieren en la absorción de nutrientes y el proceso digestivo.
11- Toma aceite de oliva. El aceite de oliva virgen extra contiene muchos polifenoles, sustancias químicas que actúan como antioxidante en el organismo y afectan positivamente a las bacterias intestinales del cuerpo, mejorando la salud intestinal.
12- Practica alguna vez ayuno. El ayuno ayuda a eliminar las toxinas e impurezas del intestino, lo que ayuda a absorber mejor los nutrientes.
Fuentes:
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