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¿Por qué empiezan en el aparato digestivo muchas enfermedades ginecológicas?

Los trastornos menstruales u otras enfermedades ginecológicas pueden tener su origen en el aparato digestivo ya que la microbiota intestinal puede influir en el metabolismo hormonal, causando diversas patologías.

¿Qué es la microbiota intestinal y cómo afecta a nuestra salud?

La microbiota intestinal es la comunidad de microorganismos, principalmente bacterias, pero también virus, hongos o protozoos, que habitan en el tracto gastrointestinal de manera habitual llevando a cabo diversas funciones en el organismo como ayudar a descomponer y digerir los alimentos para absorber los nutrientes, protegernos contra los microorganismos dañinos, fortalecer nuestro sistema inmunológico o ayudar a producir otros compuestos beneficiosos para la salud.

El microbioma intestinal está dominado por cinco filos bacterianos: filo Firmicutes (Clostridium, Lactobacillus, Eubacterium, Ruminococcus, Butyrivibrio, Anaerostipes, Roseburia, Faecalibacterium, etc.; especies grampositivas), filo Bacteroidetes (Bacteroides, Porphyromonas, Prevotella, etc.; especies gramnegativas), filo Proteobacteria (Enterobacteriaceae, etc.; especies gramnegativas), filo Actinobacteria (Bifidobacterium; especies gramnegativas) y filo Verrucomicrobia (Akkermansia, etc.; especies gramnegativas) (Doaa et al. , 2016). En cuanto a la microbiota intestinal, casi el 90% son Firmicutes y Bacteroidetes, mientras que el resto son Actinobacterias y Proteobacterias.

La estructura del microbioma intestinal se desarrolla desde el nacimiento y está modulada por el modo de parto y los microbiomas de la piel y el intestino maternos.

Por lo tanto, el desequilibrio de la microbiota, conocido como disbiosis, puede causarnos diversos problemas de salud como tener un sistema inmunológico más débil o producir menos ácidos grasos de cadena corta (los cuales juegan un papel bastante interesante en la prevención de diversas patologías crónicas, especialmente el cáncer colorrectal, el síndrome metabólico). Además, si nuestra microbiota se encuentra alterada, nuestra salud metabólica también empeorará y tendremos mayor riesgo de sufrir enfermedades crónicas como diabetes, obesidad, diferentes tipos de cáncer, alergias, enfermedad inflamatoria intestinal, etc.

¿Por qué la microbiota intestinal puede causar enfermedades ginecológicas?

La microbiota intestinal también puede influir en el metabolismo hormonal. Los desequilibrios hormonales son un factor en algunas enfermedades ginecológicas, como el síndrome premenstrual (SPM) o los trastornos menstruales.

Si hay un desequilibrio en la microbiota y ciertas bacterias están descompensadas, pueden surgir problemas en el ciclo menstrual, irregularidad o incluso síndrome de ovario poliquístico (SOP).

También la disbiosis de la microbiota vaginal, caracterizada por la pérdida de la dominancia de Lactobacillus y el aumento de la diversidad microbiana, está estrechamente relacionada con las enfermedades ginecológicas.

Estudios recientes sugieren una posible conexión entre ciertas bacterias intestinales y trastornos del tracto reproductivo femenino, como la vaginosis bacteriana (VB), el cáncer de cuello uterino y de endometrio, el síndrome de ovario poliquístico (SOP), el síndrome posmenopáusico, la endometriosis, la endometritis y los fibromas uterinos (UF).

Los microbiomas intestinales son responsables de metabolizar el estrógeno. Los estrógenos son metabolizados por la β-glucuronidasa secretada por microbios, que convierte el estrógeno de una forma conjugada a una forma desconjugada. Los estrógenos desconjugados y libres (activos y libres) circulan en el torrente sanguíneo y se unen a los receptores de estrógeno alfa (ERα) y beta (ERβ). Los fitoestrógenos se metabolizan de manera similar y actúan a través de ERα y ERβ.

El estroboloma se refiere a los genes de la microbiota intestinal implicados en el metabolismo del estrógeno, mientras que el endoboloma se refiere a los genes de la microbiota intestinal y a las vías implicadas en el metabolismo de las hormonas esteroides (incluido el estrógeno).

Las relaciones entre el estrógeno y el microbioma intestinal tienen resultados fisiológicos y clínicos. La disbiosis y la disminución de la abundancia de la microbiota intestinal afectan el estroboloma, lo que provoca trastornos de amplio espectro. La disbiosis y la inflamación reducen la microbiota intestinal y reducen la actividad de la β-glucuronidasa. Esta reducción de la función de la β-glucuronidasa va seguida de una reducción de los estrógenos libres en la circulación sanguínea. A esto le sigue una alteración de la activación de los receptores de estrógeno, lo que conduce a un estado patológico hipoestrogénico: obesidad y síndrome metabólico, incluido el síndrome de ovario poliquístico. Además, el estroboloma provoca un estado patológico hiperestrogénico a través de un aumento en la abundancia de bacterias productoras de β-glucuronidasa, es decir, un aumento de la relación Firmicutes/Bacteroidetes, que aumenta los niveles de estrógenos circulantes libres y aumenta la unión a ERα y ERβ, causando enfermedades como cáncer de endometrio, cáncer de mama, endometriosis, etc.

Aparentemente, el microbioma intestinal regula el metabolismo de los estrógenos e implica trastornos relacionados con los estrógenos.

¿Qué puede afectar a la microbiota intestinal?

Los EDC (disruptores endocrinos) han sido definidos por la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. como “sustancias químicas exógenas que interfieren con la síntesis, secreción, metabolismo, actividad de unión o eliminación de hormonas naturales transmitidas por la sangre que están presentes en el cuerpo y son responsables de la homeostasis, la reproducción y la función de desarrollo”. Los EDC incluyen sustancias químicas naturales que se encuentran en la naturaleza (fitoestrógenos, genisteína y coumestrol) y sustancias químicas artificiales utilizadas en disolventes/lubricantes industriales y sus subproductos [bifenilos policlorados (PCB), bifenilos polibromados (PBB) y dioxinas], plastificantes (ftalatos) , pesticidas [metoxicloro, clorpirifos y diclorodifeniltricloroetano (DDT)], antibacterianos (triclosán), fungicidas (vinclozolina), dietilestilbestrol (DES) y bisfenol A (BPA). La exposición a EDC puede causar una marcada disbiosis intestinal, que puede provocar trastornos en muchos sistemas de órganos.

Otras causas de disbiosis son el estrés, una dieta poco equilibrada basada en productos procesados y azúcares simples, el uso de anticonceptivos y antibióticos, etc.

¿Cómo mantener nuestra microbiota intestinal sana?

Para mantener la microbiota intestinal sana y evitar que la disbiosis puede causar problemas en nuestra salud general y en la ginecológica en particular debemos seguir estos consejos:

1- Incluye probióticos en tu dieta para mantener tus bacterias sanas. Puedes encontrarlos en alimentos como el kéfir, la kombucha, el chucrut, el kimchi, el miso, el tempeh.

2- Sigue una dieta sana rica en frutas y verduras frescas que contengan vitaminas, minerales, grasas saludables y fibra.

3- Incorpora también prebióticos, presentes en alimentos como espárragos, plátanos macho, alcachofas, diente de león o avena.

4- Evita desencadenantes inflamatorios como alcohol, azúcares refinados, grasas trans, etc. Las dietas ricas en azúcares añadidos y alimentos procesados pueden favorecer el crecimiento de bacterias no beneficiosas. Trata de reducir el consumo de estos alimentos.

5- Controla el estrés mediante prácticas de relajación, meditación, yoga, respiración profunda o suplementos de Ashwagandha, una planta adaptógena que ayuda a controlar el estrés.

6- Duerme y descansa entre 7 y 8 horas al día.

7- Los antibióticos pueden matar no solo las bacterias dañinas, sino también las beneficiosas en el intestino. Úsalos solo cuando sean recetados por un médico y sigue las indicaciones al pie de la letra.

8- El ejercicio regular puede tener un impacto positivo en la microbiota intestinal. Trata de mantener una rutina de actividad física moderada.

9- Bebe mucha agua para mantenerte bien hidratada.

Fuentes:

Yiwen Han, Zhaoxia Liu, Tingtao Chen, Role of Vaginal Microbiota Dysbiosis in Gynecological Diseases and the Potential Interventions. Front. Microbiol., 18 June 2021. Sec. Systems Microbiology. Volume 12 – 2021. https://doi.org/10.3389/fmicb.2021.643422

Elkafas H, Walls M, Al-Hendy A, Ismail N. Gut and genital tract microbiomes: Dysbiosis and link to gynecological disorders. Front Cell Infect Microbiol. 2022 Dec 16;12:1059825. doi: 10.3389/fcimb.2022.1059825. Erratum in: Front Cell Infect Microbiol. 2023 May 12;13:1211349. https://doi.org/10.3389%2Ffcimb.2022.1059825

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