La menopausia trae consigo algunos síntomas y molestias que pueden hacer que, durante el tiempo que duren estos, nos sintamos más cansadas, estresadas, irritables… minando nuestra salud y nuestro bienestar. La buena noticia es que todos pueden combatirse siguiendo una serie de consejos.
¿Cuáles son los principales síntomas físicos de la menopausia?
- Sofocos y sudores nocturnos: el descenso de los estrógenos afecta al hipotálamo, el centro de termorregulación del organismo, lo que provoca este síntoma vasomotor que consiste en un calor súbito que se extiende por la cara y el torso y que puede ir acompañado de enrojecimiento, palpitaciones, temblores y sudor frío al acabar el episodio. Dura entre 30 segundos y 5 minutos y pueden aparecer varias veces al día. Cuando aparecen por la noche se llaman sudores nocturnos y alteran el sueño.
- Cansancio y fatiga: el estrés, los sudores nocturnos, el insomnio y el resto de molestias que aparecen en esta etapa hacen que la mujer se sienta más cansada, con menos energía y vitalidad.
- Cambios en el metabolismo: los cambios hormonales, junto con el envejecimiento, hacen que el metabolismo se ralentice, por lo que se acumula más grasa en la zona abdominal y de las caderas, haciendo que se engorden entre 2 y 5 kilos.
- Cambios en la libido: la disminución del nivel de estrógenos afecta a la libido, junto con otros cambios como la sequedad vaginal que puede causar dispareunia o dolor en la penetración, haciendo que la mujer no tenga ganas de hacer el amor.
- Incontinencia urinaria: la disminución de estrógenos afecta a la elasticidad de los tejidos del suelo pélvico, lo que hace que sean más comunes las pérdidas de orina, sobre todo al hacer ciertos esfuerzos como toser, reír, hacer ejercicio, etc.
- Pérdida del volumen de los senos: la pérdida de firmeza de todos los tejidos afecta también a los senos, que pierden su volumen y se descuelgan de su posición.
- Insomnio: como decíamos, los problemas físicos y mentales de esta etapa puede hacer que sea más complicado conciliar el sueño, además de sufrir frecuentes despertares, afectando a la calidad del sueño.
- Dolor de cabeza: los estrógenos y la progesterona afectan a los químicos presentes en el cerebro que causan el dolor de cabeza.
- Problemas digestivos: los estrógenos ralentizan los procesos digestivos, lo que puede hacer que aparezcan trastornos digestivos como hinchazón abdominal, estreñimiento, gases, naúseas… También se produce en muchos casos un descenso de las enzimas digestivas, incluso cambios en la microbiota.
- Hormigueo: los cambios hormonales afectan al funcionamiento del sistema nervioso central, pudiendo causar hormigueo y sensación de incomodidad en los pies, las piernas, las manos…
- Mareos: la falta de estrógenos afecta al funcionamiento de los vasos sanguíneos y al sistema nervioso, por lo que es bastante frecuente sufrir mareos.
- Palpitaciones: las palpitaciones aparecen por los desajustes hormonales. Son más frecuentes por la noche y duran menos de 60 segundos.
- Cambios en el olor corporal. Pueden deberse a las alteraciones/fluctuaciones hormonales, trastornos de tiroides o resistencia a la insulina.
No obstante, a pesar de esta larga lista, hay que tener en cuenta que no todas las mujeres experimentan todas estas molestias ni con la misma intensidad y frecuencia.
¿Qué enfermedades puede traer la menopausia?
Los estrógenos participan en muchas funciones del organismo como la proliferación y el crecimiento celular, la modulación de algunos procesos metabólicos, favorecer el flujo sanguíneo al cerebro, evitar la pérdida de calcio, reducir la rigidez de los vasos sanguíneos, reducir el colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad (C-LDL o colesterol “malo”), etc.
Por todo ello, la pérdida de esta defensa hace que aumente el riesgo de desarrollar una serie de enfermedades tras la menopausia:
- Osteoporosis: la disminución de los estrógenos hace que los huesos se vuelvan más frágiles y se pierda masa ósea, lo que aumenta el riesgo de desarrollar osteoporosis y, por lo tanto, de sufrir fracturas.
- Colesterol alto y enfermedades cardiovasculares: el descenso de los estrógenos hace que se acumule el colesterol LDL en las arterias y que estas se vuelvan más rígidas, por lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares como infarto o accidente cerebrovascular.
- Alzheimer. Es más frecuente en las mujeres tras la llegada de la menopausia ya que los estrógenos también protegen el cerebro.
- Diabetes mellitus tipo 2. La diabetes mellitus tipo 2 se incrementa en ambos sexos con la edad, aunque predomina en el sexo femenino tras la menopausia debido a las alteraciones del metabolismo de la insulina que ocurren por la disminución de los estrógenos.
¿Cómo evitar estas molestias y sentirnos mejor?
Los cambios en el estilo de vida y seguir una serie de consejos y remedios naturales nos pueden ayudar a prevenir, reducir y tratar todos estos síntomas, haciendo que vivamos la menopausia en plenitud.
Lo primero es modificar nuestra dieta y evitar las grasas trans y los azúcares para evitar engordar. Debes basar tu alimentación en alimentos frescos, naturales y de temporada como frutas, verduras, carnes magras, pescados, semillas, legumbres, frutos secos y cereales integrales. Aumenta el consumo de proteínas de calidad para evitar la pérdida de masa muscular y disminuye las calorías en unas 200 ya que, en general, una dieta de 1.500 calorías es más que suficiente con 50 años.
Aumenta el consumo de alimentos con calcio y vitamina D o recurre a suplementos si con la dieta no es suficiente para obtener las cantidades diarias que necesitas.
Además, es fundamental que evites el sedentarismo y lleves una vida activa, haciendo al menos 150 minutos de ejercicios aeróbicos a la semana (andar a paso ligero, bailar, nadar, yoga o ejercicios de bajo impacto) combinados con 3 sesiones de ejercicios de entrenamiento para fortalecer la masa muscular y evitar la osteoporosis.
Tampoco debes fumar ya que el tabaco es perjudicial para la salud siempre, pero más aún en esta etapa.
Debes procurar dormir al menos 7 horas al día, acostándote pronto para respetar los ritmos circadianos regulados por la melatonina, que a su vez está influida por los cambios de luz y oscuridad del medio en el que vivimos.
Además, es importante que cuides tu mente y tu salud mental ya que, cuando nos sentimos bien emocionalmente, los síntomas físicos se llevan mejor. Dedícate tiempo, cuídate, mímate, haz planes con tu pareja o tus amigos y no te dejes llevar por el negativismo.
Por otra parte, hay muchas plantas y suplementos a las que puedes recurrir para tratar síntomas y dolencias concretas de la menopausia, como los siguientes:
1- La maca, rica en alcaloides, flavonoides, esteroles y fitoestrógenos que nos ayuda a adaptarnos a los cambios y equilibrar las hormonas. Puede ayudarnos a aliviar los sofocos, mejorar el estado de ánimo y la energía, inducir el sueño y aumentar la libido.
2- La damiana, que aporta aceites esenciales, alcaloides, taninos y proteínas. Es beneficiosa para estimular el sistema nervioso central y reducir el estrés y la fatiga. También alivia los sofocos, la ansiedad y ayuda a aumentar la libido.
3- El ginkgo biloba, rico en flavonoides y fitoesteroles. Aumenta el deseo y la satisfacción sexual, especialmente durante el climaterio.
4- El ginseng contiene dos compuestos importantes: ginsenósidos y gintonina, que son vigorizantes y antioxidantes, por lo que nos ayuda a combatir la fatiga y tener más energía, mejorar los problemas para dormir y los cambios de humor gracias a los fitoestrógenos que aporta y elevar el deseo sexual.
5- El guaraná, una planta medicinal que destaca por sus propiedades energizantes y afrodisíacas. Por eso, reduce la fatiga, mejora la concentración, ayuda a perder peso, mejora la salud cardiovascular y aumenta la libido.
6- La Ashwagandha, una planta adaptógena que reduce el estrés y la ansiedad, mejora la inflamación y ayuda a conciliar el sueño. Además, nos ayuda a tener más energía y reduce el colesterol LDL y los triglicéridos.
7- El aceite de espino amarillo, rico en Omega 7, que ayuda a nutrir la piel ya que retiene la humedad y repara las células epiteliales, regenerando la piel y evitando su envejecimiento. Además, favorece la lubricación vaginal.
8- La angelica sinensis (conocida como dong quai o ginseng hembra), tiene la capacidad de regular los niveles de estrógeno, por lo que es muy efectiva para reducir la frecuencia e intensidad de los sofocos. Además, ayuda a fortalecer los huesos al estimular las células óseas para formar huesos.
9- El trébol rojo contiene vitaminas, sales minerales e isoflavonas, compuestos vegetales que tienen un gran poder antioxidante y actúan de manera similar a los estrógenos en el organismo, por eso se les considera fitoestrógenos. Sirve para aliviar los sofocos y evitar la osteoporosis.
10- La cimicífuga es una de las plantas más eficaces para tratar los sofocos, ya que disminuye los niveles de LH, la hormona luteinizante implicada en la aparición de la reacción vasomotora que causa este síntoma.
Y si nada de esto funciona y tus síntomas son muy intensos y graves, puedes consultar a tu profesional de ginecología la posibilidad de recurrir a la terapia hormonal sustitutiva u otros medicamentos hormonales, muy efectivos, pero contraindicados en algunos casos y con ciertos efectos secundarios.
Siguiendo estas pautas y consejos, podrás vivir una menopausia llena de salud y confort.
Fuentes:
American College of Obstetricians and Gynecologists. ACOG Practice Bulletin No. 141: management of menopausal symptoms. Obstet Gynecol. 2014;123(1):202-216. PMID: 24463691 pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/24463691/.
Lobo RA. Menopause and care of the mature woman: endocrinology, consequences of estrogen deficiency, effects of hormone therapy, and other treatment options. In: Gershenson DM, Lentz GM, Valea FA, Lobo RA, eds. Comprehensive Gynecology. 8th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2022:chap 14.