¿Qué son los adaptógenos?
Los adaptógenos son plantas no tóxicas que ayudan al cuerpo a resistir factores estresantes de todo tipo, ya sean físicos, químicos o biológicos. A grandes rasgos, ayudan al cuerpo a manejar el estrés y a los diferentes sistemas a volver a un estado equilibrado llamado "homeostasis".
El estrés es un sentimiento de tensión física o emocional que surge como respuesta a un desafío o peligro. El cuerpo reacciona con una cascada hormonal. El estrés controlado puede ser positivo y ayudarnos a superar un reto, pero cuando se alarga en el tiempo, puede resultar muy perjudicial para nuestra salud, causando problemas como enfermedades cardiovasculares, trastornos de alimentación, obesidad o diabetes.
La clave para superar el estrés está en la adaptación. Durante el estrés, se ponen en marcha una gran cantidad de procesos neuroendocrinos para restaurar de nuevo el equilibrio y adaptarse al cambio, pero si la respuesta al estrés se vuelve demasiado intensa o duradera, los sistemas de regulación y los recursos utilizados se agotan y dan lugar a consecuencias negativas para la salud del individuo.
Los adaptógenos tienen el potencial de ayudar indirectamente con otros problemas de salud, como dolor, problemas digestivos o insomnio, causados en gran parte por el estrés. Algunos adaptógenos también aumentan la inmunidad y el bienestar general. La investigación muestra que los adaptógenos pueden combatir la fatiga, mejorar el rendimiento mental, aliviar la depresión y la ansiedad, compensar los efectos de la privación del sueño, proteger el cerebro y el sistema nervioso, aliviar la ansiedad y la depresión leve y proteger contra ciertos tipos de radicales libres, es decir, actuar como un antioxidante.
Los principales compuestos químicos que contienen y que han mostrado ser responsables de su acción adaptógena pertenecen a los grupos de las saponinas, glucósidos esteroles, glucósidos del fenilpropanoide, fenilalcanoides y lignanos.
¿Cómo funcionan los adaptógenos?
Cuando se producen situaciones estresantes, en el organismo se suceden una serie de reacciones fisiológicas que activan el eje hipofisosuprarrenal (HSP) -formado por el hipotálamo, la hipófisis y las glándulas suprarrenales- y el sistema nervioso vegetativo. Estos sistemas liberan una serie de hormonas que dan lugar a la producción de glucocorticoides, principalmente cortisol, y andrógenos. La activación simpática da lugar a la secreción de catecolaminas, adrenalina y noradrenalina, que ponen al organismo en estado de alerta para la acción.
Cuando nos enfrentamos a un factor estresante, ya sea físico o mental, nuestros cuerpos atraviesan lo que se llama síndrome de adaptación general (GAS). GAS es una respuesta de tres etapas: alarma, resistencia y agotamiento. Durante la primera fase se moviliza el sistema de defensa a fin de preparar el organismo para afrontar la situación. La segunda fase es la de resistencia o adaptación, se normalizan los niveles de corticosteroides y los síntomas tienden a desaparecer. Pero si la casa de estrés no desaparece y la reacción al estrés continúa, o bien se repite con frecuencia, el individuo no puede adaptarse y se produce falta de energía, agotamiento y alteraciones en el organismo que conducen a patologías psicosomáticas.
Los adaptógenos nos ayudan a permanecer más tiempo en la fase de resistencia, a través de un efecto estimulante que frena el cansancio. En lugar de estrellarnos en medio de un momento, tarea o evento estresante, logramos el equilibrio y podemos seguir adelante. Cuando podemos adaptarnos al estrés, nos desempeñamos mejor y nos sentimos mejor a pesar de lo que nos estresa. Y con eso, también podemos mejorar nuestra salud y bienestar. Como decíamos, cuando estamos estresados, nuestra glándula suprarrenal libera la hormona del estrés cortisol, que nos prepara para enfrentarnos a una posible emergencia. Pero demasiado cortisol durante mucho tiempo suele ser perjudicial para nuestro cuerpo. Los adaptógenos nos ayudan a reducir los niveles de cortisol en sangre.
¿Cuáles son los mejores adaptógenos?
Cada adaptógeno tiene una función ligeramente diferente, por lo que el mejor adaptógeno depende de cada persona y de los síntomas que esté experimentando. Aquí van algunos de los mejores y más usados:
- Ashwagandha. Una hierba ayurvédica clásica y un adaptógeno bastante conocido, la Ashwagandha tiene beneficios tanto inmunomoduladores como antiinflamatorios. Más específicamente, puede ayudar a estimular los glóbulos blancos, combatir la fatiga y mejorar la salud autoinmune cuando aparecen los síntomas del estrés crónico. Las primeras investigaciones sugieren que también puede ayudar contra el envejecimiento, la ansiedad y otras afecciones. Puedes encontrarla en FemmeUp Zen, un suplemento natural a base de Ashwagandha que ayuda a reducir el estrés y calmar la mente.
- Rhodiola rosea. Ayuda a combatir el estrés y la fatiga, además de mejorar la concentración y la memoria.
- Eleuterococo o ginseng siberiano (eleutherococcus senticosus). Restaura la energía vital y mejora la función suprarrenal, promoviendo la descomposición de las hormonas del estrés, especialmente el cortisol, que circulan por el cuerpo.
- Cordyceps. Es un género de hongos bueno para el hígado, los riñones y el corazón. Además, el cordyceps mejora la longevidad.
- Schisandra. Este adaptógeno menos conocido es una hermosa baya roja china. Tiene cualidades tanto para estimular el sistema inmunológico como para combatir el estrés.
- Tulsi (albahaca santa, ocimum tenuiflorum). A veces llamada "la reina de las hierbas", esta fragante planta proviene de la India y crece en otras áreas de Asia. En la medicina tradicional, se usa para todo, desde tos y resfriados hasta picaduras de escorpión.
- Ginseng. Estimula las defensas del cuerpo y aumenta la energía. Dos tipos de él, el ginseng americano (Panax quinquefolius) y el asiático (Panax ginseng), se consideran adaptógenos.
- Astrágalo. Por lo general, se usa junto con otras hierbas para tratar problemas como la fiebre del heno y para estimular el sistema inmunológico.
- Maca. Normalmente se consume en polvo y puede agregarse a batidos o zumos. Aumenta la energía, disminuye la fatiga, mejora el estado de ánimo y ayuda a recuperar la libido. Se encuentra en varios suplementos como Femmeup Libido.
- Hongo Reishi. Además de ser adaptógeno, ayuda al buen funcionamiento del sistema inmunológico, a mejorar el estado de ánimo, actúa como antihistamínico y es antiinflamatorio.
¿Qué pasa con los suplementos de adaptógeno?
Algunos adaptógenos se pueden tomar en forma de cápsulas, tinturas, polvos que se agregan a los alimentos y cápsulas. Los suplementos dietéticos con adaptógenos también pueden ayudarte. Consulta a tu médico si eres un paciente con enfermedad o medicación crónica para verificar las interacciones con algunos medicamentos.
¿Pueden causar efectos secundarios?
Hay poca evidencia que sugiera que los adaptógenos pueden causar efectos secundarios o problemas de salud, aunque, como cualquier planta, pueden ser alergénicos o causar malestar gastrointestinal en algunas personas.
Fuente:
Panossian A, Wikman G, Kaur P, Asea A. Adaptogens Stimulate Neuropeptide Y and Hsp72 Expression and Release in Neuroglia Cells. Frontiers in Neuroscience. 2012;6:6.
Chandrasekhar K, Kapoor J, Anishetty S. A prospective, randomized double-blind, placebo-controlled study of safety and efficacy of a high-concentration full-spectrum extract of ashwagandha root in reducing stress and anxiety in adults. Indian J Psychol Med. 2012; 34 (3): 255-62. doi: 10.4103/0253-7176.106022.
Hovhannisyan A, Nylander M, Wikman G, Panossian A (2015) Efficacy of Adaptogenic Supplements on Adapting to Stress: A Randomized, Controlled Trial. J Athl Enhancement 4:4