¿Qué es un huevo vaginal y qué beneficios nos ofrece?

Ya hemos visto las principales propiedades de los huevos yoni, ahora contestamos algunas preguntas que nos habéis formulado acerca de ellos y sus propiedades.

¿Para qué sirven los huevos vaginales?

Los huevos vaginales sirven para conocer y trabajar el suelo pélvico y la zona vaginal de la mujer. Está especialmente indicado en mujeres que necesitan fortalecer su suelo pélvico por motivos hormonales: preparto, postparto y menopausia. También en aquellas mujeres que necesitan ejercitar el suelo pélvico debido a su práctica profesional o deportiva: cantantes, trabajadoras de fuerza, deportistas de crossfit o deportes de impacto. Y, por último, para mujeres que necesitan reeducar su zona pélvica, bien por problemas de estreñimiento o disfunciones sexuales relacionadas con la vagina o el suelo pélvico.

¿Mejoran la lubricación los huevos vaginales?

La mejora del suelo pélvico por ejercicios con huevos vaginales mejora la lubricación al mejorar la oxigenación e irrigación sanguínea de la zona perineal. Esto puede notarse en algunos casos de manera prácticamente inmediata, mejorando la sexualidad.

Pero es importante recordar que la lubricación vaginal tiene mucho que ver con nuestra salud hormonal por lo que es conveniente utilizar lubricantes en las relaciones siempre que sea preciso. Y aconsejable la suplementación para la mejora de la lubricación en aquellas mujeres que quieran un abordaje integral de su salud sexual.

¿Bolas chinas o huevos vaginales?

Lo cierto es que, antes de que el ser humano formulara la silicona con la que actualmente se hacen las bolas chinas, los minerales como el silicio o el cuarzo, ya se usaban en su estado original para el mismo fin, trabajar el suelo pélvico. Así los huevos de jade, cuarzo u obsidiana cumplen la misma función desde tiempos ancestrales.

¿Cuál es la principal diferencia? Lo cierto es que las últimas son consecuencia de los primeros. Las bolas chinas son una presentación evolucionada que contiene una bola exterior y otra interior menor, que vibra con el movimiento dando lugar a una contracción involuntaria en la musculatura del suelo pélvico. En consecuencia, están indicadas para usarlas en movimiento, mientras caminamos idóneamente.

En cambio, el huevo vaginal, al no contener nada en el interior que vibre, está indicado para usar en estado horizontal o haciendo los ejercicios de manera consciente de subir y bajar el huevo bien usándolo por la noche y provocando la misma contracción refleja de manera involuntaria al movernos durante el sueño. Esta contracción del suelo pélvico, refleja o consciente, nos ayuda a aumentar la oxigenación, la lubricación y el tono muscular del mismo, mejorando las relaciones sexuales.

Las mujeres que desean conseguir el mismo efecto ‘cascabel’ que las bolas chinas, pero con huevos vaginales, optan por usar 2 huevos en formato pequeño y crear ese movimiento constante al caminar.

Si en cambio te sientes más cómoda usando bolas chinas, puedes comprarlas en tu farmacia de confianza.

Una solución diferente, más ecológica

Hay diferentes motivos por los cuales profesionales o usuarias se decantan por este método de cuidado del suelo pélvico.

- Por comodidad. Todas aquellas mujeres que no se sienten a gusto llevando las bolas chinas por la calle o mientras realizan sus actividades cotidianas encuentran más cómodo usar los huevos vaginales durante sus periodos de descanso o durante sus ejercicios de manera consciente.

- Por razones ecológicas. Como en cualquier otro proceso industrial, la creación de la silicona requiere de importantes cantidades de agua y energía, además del mineral utilizado. En el caso del huevo vaginal, este tan solo procede de una extracción de mineral en estado puro y es pulido para evitar porosidad o grietas que dificulten su limpieza.

- Por razones energéticas. Tradicionalmente se ha observado que los diferentes tipos de minerales poseen diferentes energías o capacidad para conducir dichas energías. Por ejemplo, las radios de galena o actualmente los móviles que también pueden contener columbita, tantalita o cuarzo entre otros. Esas razones han sido ordenadas en los minerales de los huevos en 3 categorías: cuarzo para calmar y armonizar, jade para purificar, obsidiana para proteger y renovar.