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Embarazo, autoestima y sexualidad: ¿qué ocurre con tu autoestima y tu vida sexual durante el embarazo?

Náuseas, vómitos, ganas de llorar, alegría, ilusión, frustración… El embarazo puede ser un período complicado en el que tienen lugar muchos cambios físicos y emocionales que, junto a otros aspectos como nuestras creencias, la educación que hayamos recibido y nuestro entorno social y cultural, condicionan nuestra calidad de vida y sexualidad. Los cambios en nuestro cuerpo pueden influir especialmente en la percepción que tengamos de nosotras mismas, afectando a nuestra autoestima y haciendo que nos sintamos menos atractivas. ¡Sigue leyendo para saber más!

Embarazo: cambios en la sexualidad y relación de pareja

El embarazo puede considerarse una de las etapas más importantes de la vida de muchas mujeres y constituye un proceso de multitud de cambios físicos, psicológicos y, cómo no, también en nuestra sexualidad y relación con la pareja. Es un momento en el que se juntan muchas emociones positivas, como la ilusión y la alegría de estar formando una nueva vida. Al mismo tiempo, sentimientos negativos como la preocupación por la salud de nuestro bebé, el cansancio tras noches sin dormir o los malestares que acarrea el embarazo, hacen mella en nuestro bienestar y a menudo nos dificulta mantener nuestra propia identidad, lo que a su vez puede afectar en la calidad de nuestra sexualidad y relación de pareja [1].

Y bien, ¿cómo se ve afectada nuestra sexualidad durante el embarazo? ¿Crees que el sexo pasa a ser inexistente? Pues al contrario de lo que muchos podrían pensar, ni la sexualidad ni el deseo sexual desaparecen totalmente durante el embarazo. Así lo confirma un estudio realizado en un hospital de Turquía con mujeres embarazadas de entre 19 y 40 años [3], donde observaron que, en comparación con antes del embarazo, un 70% de las mujeres mantenía relaciones sexuales de 1 a 4 veces por semana durante el primer trimestre de embarazo, porcentaje que fue disminuyendo con el paso de los meses hasta llegar a un 32% en el tercer trimestre. A pesar de que la reducción de la frecuencia de las relaciones sexuales fue evidente, el sexo no dejó de ser inexistente. Algo similar ocurrió con el deseo sexual, donde vieron que, antes del embarazo, un 77,3% de las mujeres registraron tener una frecuencia de deseo sexual de 1 a 4 veces por semana, porcentaje que pasó a ser del 55,3% en el primer trimestre de embarazo, y que disminuyó hasta el 31,3% a lo largo del tercero. Nuevamente, a pesar de que puede haber una pérdida del deseo sexual a lo largo del embarazo ( debido a las complicaciones y dificultades que van surgiendo a lo largo de los últimos meses), este no llegó a desaparecer del todo.

Entre las razones por las que tanto la frecuencia de las relaciones como el deseo sexual disminuyen a lo largo del embarazo, se encuentran los miedos de la mujer, las creencias culturales en torno a la sexualidad en el embarazo y los cambios tanto físicos como psicológicos que ocurren durante todo el proceso. Factores como la sequedad vaginal o el dolor durante las relaciones (dispareunia) aumentan de manera significativa a lo largo de la recta final del embarazo. Eryilmaz et al. (2000), en un estudio donde definen qué factores pueden afectar a la sexualidad durante el embarazo, encontraron que un 49,2% de las embarazadas tenía dolor durante las relaciones sexuales [citado en 3]. Así pues, no es de extrañar que los investigadores del estudio observaran que el miedo al sexo durante el embarazo era algo muy experimentado en las mujeres a lo largo de todos los meses y que aumentaba especialmente durante el último trimestre. A pesar de lo habitual que resulte que las mujeres embarazadas tengan miedo a que el sexo provoque un aborto, haga daño al bebé o desencadene un nacimiento prematuro [3], esto, sin embargo, se ha visto que no es cierto. Estudios como el de Mills, Harlap y Harley sobre la sexualidad de las mujeres han demostrado que el sexo no representa ninguna amenaza para la salud del bebé [citado en 3].

¿Qué ocurre con nuestra autoestima durante el embarazo?

Ya has visto qué ocurre a nivel sexual en nuestro cuerpo durante el embarazo, pero no menos importante es entender qué ocurre a nivel mental. Desde un punto de vista psicológico, el embarazo supone muchos cambios emocionales (altibajos hormonales, momentos de felicidad, tristeza, incertidumbre, ansiedad, depresión…), y no todas las mujeres lo experimentan de la misma manera. A menudo, aceptar todos los cambios que ocurren en nuestro cuerpo puede suponer todo un reto para nosotras y llega a ser complicado. Todos los síntomas como las náuseas, los vómitos, el aumento de peso o los miedos en torno a la salud y el parto del bebé pueden provocar una pérdida de nuestra autoestima y hacernos sentir inseguras con nuestros cuerpos, lo que a su vez repercute en nuestra relación con los demás y en nuestra calidad de vida [2].

En un importante estudio noruego de la Universidad de Tilburg, realizado con más de 80.000 mujeres con una media de edad de 30 años [4], observaron que la autoestima disminuye durante el embarazo, incrementa durante los 6 meses después del nacimiento, y vuelve a bajar en los años posteriores. Esta trayectoria en la autoestima fue similar tanto para las mujeres en su primer como en su segundo embarazo. Además, 3 años después del nacimiento, el nivel de autoestima continuaba siendo más bajo que antes del embarazo. Resultados similares fueron encontrados por los investigadores Bleidorn y cols. (2016) [citado en 4], quienes compararon el cambio en los niveles de autoestima en parejas con hijos con el cambio de autoestima en aquellas parejas sin hijos. En este estudio, observaron una disminución repentina en la autoestima de las mujeres un año después del parto, seguido de una disminución más gradual en los 3 años siguientes. Por el contrario, el grupo de parejas sin hijos no mostró cambios en la autoestima durante el período de investigación. Así pues, los autores concluyeron que el impacto negativo en nuestra autoestima podría durar al menos hasta 3 años después del parto. En la figura 2 podéis ver de manera mucho más gráfica los cambios que se dan en la autoestima durante el embarazo, tras el parto y en los 3 años siguientes.

Sin embargo, no todo son malas noticias pues, aunque se ha visto una relación negativa entre el embarazo y la autoestima, eso parece ser únicamente en madres primerizas. Varios estudios han observado que el hecho de ser madre interactúa positivamente con la edad a la hora de predecir la autoestima, es decir, las mujeres con hijos a la larga muestran un incremento en su autoestima mucho mayor en comparación con aquellas mujeres sin hijos [4]. Esto podría deberse a que, tras adaptarnos a todos los desafíos y novedades que conlleva la llegada de un nuevo bebé, la experiencia de crianza acumulada y la confianza en nuestras habilidades como madres puede provocar un aumento en la autoestima y un declive menos pronunciado en los siguientes embarazos.

Cómo fortalecer tu autoestima y mejorar tu vida sexual

En definitiva, como ya habrás podido ver, la sexualidad es un aspecto importante en la vida de la mujer. Es una forma de experimentar conexión emocional y compartir placer sexual, y eso no cambia durante el embarazo. Se ha demostrado que disfrutar de una sexualidad satisfactoria durante el embarazo promueve la sensación de bienestar y mantiene la intimidad con la pareja, además de mejorar la calidad de vida general durante el transcurso del embarazo [5].

Y como también hemos podido ver en todos los estudios anteriores, para poder disfrutar de tu sexualidad es importante también cuidar de tu autoestima, pues de ella dependerá gran parte de tu satisfacción sexual y bienestar psicológico a lo largo del embarazo. Aquí van algunos consejos para fortalecer tu autoestima:

  • Cuida y embellece tu imagen durante el embarazo. Ya sea maquillándote (si así lo deseas), o poniéndote ropa o complementos que te hagan sentir bien y atractiva. Es probable que te sientas apática y sin ganas de hacer nada de ello, pero seguro que te verás mejor y te sentirás mucho más a gusto con tu apariencia.
  • Habla de tus miedos y preocupaciones con tu pareja o alguien de confianza. Se ha visto que, cuanto mayor y mejor es la comunicación en la pareja, mayores serán los niveles de satisfacción sexual y bienestar [5]. Si por el contrario eres madre soltera, hablar de tus problemas con tus seres queridos o con profesionales de la salud también te ayudará mucho, y también notarás cambios positivos en tu bienestar psicológico.
  • Comparte tu experiencia del embarazo con otras mujeres embarazadas. Nada es mejor para sentirse acompañada que ver que no estás sola en ello. Hablar de tu embarazo con otras madres puede ayudarte a ver que tus malestares e inquietudes son compartidos por muchas más mujeres, y que no hay nada de malo en ti.
  • Acepta con naturalidad los cambios que experimentas en tu cuerpo. Recuerda que es una situación temporal y que la recompensa está por llegar. En pocos meses tendrás una nueva vida en tus brazos y sentirás que todo el esfuerzo habrá valido la pena. No olvides que eres más que tu cuerpo.
  • Mantén una actitud positiva durante el embarazo. Sé que puede ser complicado con todos los cambios y altibajos que tienen lugar durante esos meses. No tienes que fingir estar bien, ni tampoco forzarte a hacer cosas que no te apetezcan. Tan solo debes recordar que tu malestar es temporal y que poco a poco irás te irás recuperando y adaptando a los nuevos cambios.
  • Explora nuevas formas de disfrutar de tu sexualidad. Si así lo deseas, habla con tu pareja y buscad juntos nuevas maneras de experimentar placer y disfrutar de vuestra intimidad. No tengas miedo a hacer uso de lubricantes naturales o probar nuevas posturas que te resulten más cómodas. También tienes la opción de explorar por tu cuenta una de las mejores maneras de conocer mejor tu cuerpo. Y recuerda, el sexo durante el embarazo es seguro, y hasta recomendable.
  • Cuida de tu salud física. Una de tus prioridades más importantes debe ser cuidar de ti y de tu salud. Asiste a tus visitas médicas y revisiones ginecológicas y supleméntate con todo aquello que tu cuerpo necesite. Es normal que haya carencias durante el embarazo, por lo que llevar un seguimiento médico es fundamental para asegurar una buena salud, tanto en ti como en tu bebé.
  • Busca ayuda terapéutica. Por último, pero no menos importante, busca ayuda psicológica. Los beneficios de acudir a terapia psicológica son infinitos. El acompañamiento de una psicóloga te ayudará a sobrellevar los síntomas de una manera mucho más saludable y podrás fortalecer tu autoestima. No te sientas culpable por tus altibajos emocionales, recuerda que son cambios pasando al unísono tanto en tu cuerpo como en tu vida, y es normal que te sientas perdida. Tal y como dice Irene Sastre en su trabajo de Aspectos psicológicos y emocionales durante la gestación, de la Universidad de Valladolid: “La alegría es el sentimiento más comúnmente identificado entre las madres, pero no excluye la presencia de ansiedad, agobio/estrés o tristeza/depresión en algún momento de su embarazo o puerperio precoz” [6].

En definitiva, el embarazo es una etapa llena de blancos y negros que pueden afectar a tu calidad de vida. Pero no olvides que dispones de muchos recursos a tu alcance que te ayudarán a sobrellevarlo todo un poco mejor. Y es que, como siempre decimos, nunca es tarde para empezar a cuidar de ti y de tu autoestima, más en una época tan delicada como el embarazo. Y recuerda lo más importante: ¡no estás sola!

Fuente:

[1] Werber, C. (2017). Psychologists have found that having kids lowers women’s self-esteem for at least three years. Quartz. https://qz.com/1019876/having-kids-lowers-womens-self-esteem-for-at-least-three-years/

[2] González, N. Á. (2020). Cómo afecta el embarazo a la autoestima de la mujer gestante. Guiainfantil.com. https://www.guiainfantil.com/embarazo/belleza/como-afecta-el-embarazo-a-la-autoestima-de-la-mujer-gestante/#header0

[3] Gökyldiz, U., & Beji, N. K. (2005). The Effects of Pregnancy on Sexual Life. Journal of Sex & Marital Therapy, 31(3), 201–215. https://doi.org/10.1080/00926230590513410

[4] van Scheppingen, M. A., Denissen, J. J. A., Chung, J. M., Tambs, K., & Bleidorn, W. (2018). Self-esteem and relationship satisfaction during the transition to motherhood. Journal of Personality and Social Psychology, 114(6), 973–991. https://doi.org/10.1037/pspp0000156

[5] Lund, J. I., Kleinplatz, P. J., Charest, M., & Huber, J. D. (2019). The Relationship Between the Sexual Self and the Experience of Pregnancy. The Journal of Perinatal Education, 28(1), 43–50. https://doi.org/10.1891/1058-1243.28.1.43

[6] Sastre, I. (2014). Aspectos psicológicos y emocionales durante la gestación y el puerperio. [TFG - Universidad de Valladolid, España] https://uvadoc.uva.es/bitstream/handle/10324/11938/TFG-H292.pdf;jsessionid=4879601150DA4433EAAB4067B8B235A8?sequence=1

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