El vaginismo es una condición que involucra una contracción muscular involuntaria de los músculos del suelo pélvico que rodean la vagina, lo que dificulta o imposibilita la penetración vaginal, causando dolor, ansiedad y problemas en las relaciones sexuales. Descubre sus causas y cómo solucionar este problema.
Tipos de vaginismo
El vaginismo es una estrechez vaginal, es decir, el encogimiento de la luz de la vagina debido a la contracción involuntaria de los músculos del suelo pélvico. Este cierre total o parcial de la vagina impide la penetración o, si esta se produce, resulta muy dolorosa (dispareunia).
Existen dos tipos:
- Vaginismo Primario: ocurre cuando una mujer nunca ha podido tener una penetración vaginal sin dolor, es decir, ha sufrido vaginismo desde la primera relación sexual. Es más habitual en las adolescentes.
- Vaginismo Secundario: aparece después de un período de funcionamiento sexual normal. Puede ser causado por una variedad de factores físicos o emocionales. En este caso, la mujer ha podido mantener relaciones sexuales con satisfacción hasta que aparece el vaginismo.
El vaginismo no solo dificulta las relaciones sexuales, también puede dificultar el uso de tampones, la masturbación con aparatos o la recolección de muestras para citología.
Según estudios de la Sociedad Española de Medicina General, un 12% de las mujeres españolas se ven afectadas por este trastorno.
Causas del vaginismo
Las causas del vaginismo pueden ser multifactoriales y a menudo incluyen una combinación de factores físicos y emocionales:
- Infecciones vaginales: infecciones recurrentes pueden causar dolor y asociar el sexo con molestias, lo que hace que se produzca esa contracción que imposibilita la penetración.
- Problemas ginecológicos: condiciones como endometriosis, fibromas o lesiones pueden contribuir al dolor.
- Trauma o cirugía: ciertos procedimientos quirúrgicos o traumas en el área pélvica pueden ser factores desencadenantes del vaginismo, como un aborto, un parto complicado, problemas con la cicatrización de la episiotomía.
- Lubricación inadecuada: puede ser debido a cambios hormonales, especialmente durante la menopausia, o por la falta de excitación.
- Ansiedad y estrés: los nervios o la anticipación del dolor pueden causar tensión muscular involuntaria, causando el vaginismo.
- Experiencias traumáticas: historial de abuso sexual o experiencias traumáticas relacionadas con el sexo pueden llevar a una respuesta de dolor. También una educación sexual escasa o ligada a tabúes y prejuicios (como que el sexo es malo).
- Problemas en la relación: conflictos o falta de comunicación con la pareja pueden contribuir al problema al no querer realmente mantener relaciones sexuales.
- Miedo al embarazo: el miedo intenso relacionado con la actividad sexual puede causar vaginismo.
- Baja autoestima o insatisfacción por la propia imagen corporal.
- Miedo a perder la virginidad o que este proceso duela.
- Inflamación de las glándulas de Bartholi, localizadas en la entrada de la vagina y que contribuyen a su lubricación.
- Afecciones médicas, como cáncer o liquen escleroso.
- Himen rígido.
Síntomas del vaginismo
- Dolor vaginal durante la penetración.
- Sensación de ardor y escozor.
- Dificultad o imposibilidad para la penetración, ponerse un tampón, hacer una citología…
- Contracciones involuntarias de los músculos del suelo pélvico.
- Espasmos musculares generalizados en otras partes del cuerpo, como las piernas, la parte baja de la espalda, etc.
- Disminución de la libido.
- Temor o evitación de la actividad sexual.
- Reacciones colaterales durante el intento de coito: cese de la respiración, hiperventilación, palpitaciones, temblores, ataque de ansiedad, etc.
¿Cómo tratar y solucionar el vaginismo?
El diagnóstico de vaginismo suele hacerse preguntando sobre los síntomas y experiencias sexuales previas. Además, se pueden realizar algunas pruebas para saber si hay alguna causa física que esté causando esta condición o es algo psicológico ya que el tratamiento dependerá de la causa y suele incluir a expertos en ginecología, sexología y psicología.
Hay algunos medicamentos que pueden aliviar y controlar el dolor, pero lo realmente importante es dar con la causa para evitar que se siga produciendo el vaginismo.
Si es un tema físico se puede recurrir a los ejercicios de Kegel, que ayudan a fortalecer y relajar los músculos del suelo pélvico; o a dilatadores vaginales, dispositivos que se usan para acostumbrar gradualmente a la vagina a la penetración.
Para llevar a cabo la desensibilización progresiva lo primero que se puede indicar es que la mujer se familiarice con su vagina y su vulva. Que se toque los labios internos e intente introducir un dedo poco a poco, sin hacerse daño. Una vez que puede hacerlo sin dolor, podrá usar un dilatador plástico o un objeto en forma de cono. Si puede insertar esto sin dolor, el siguiente paso será dejarlo durante 10 a 15 minutos, para que los músculos se acostumbren a la presión. Luego, puede usar un objeto más largo y después puede enseñar a su pareja la manera de insertarlo. Luego puede acercar el pene a la vagina, pero sin introducirlo aún. El último paso será la penetración.
También puede ser necesario usar lubricantes naturales para mejorar la lubricación y reducir el dolor o tratamientos hormonales si la causa es un déficit hormonal, como puede ocurrir en la menopausia.
Además, se recomiendan técnicas de relajación y respiración para evitar la tensión, el miedo y el estrés que puede causar los espasmos musculares.
Y, por supuesto, habrá que tratar la parte psicológica del trastorno mediante un terapeuta sexual que puede abordar las causas psicológicas detrás de este trastorno (traumas, baja autoestima, miedo, problemas de pareja…). Se puede recurrir a la terapia Cognitivo-Conductual (TCC) para cambiar patrones de pensamiento negativos y reducir la ansiedad relacionada con la penetración.
Es importante trabajar con la pareja para que entienda qué le ocurre a la mujer y cómo ayudarla, además de para mejorar aspectos que hayan podido verse afectados por los problemas sexuales. Para superar este problema es necesario que haya comprensión y paciencia por parte de la pareja.
Fuentes:
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Kiremitli, S., et al. (2021). Examination of treatment duration, treatment success and obstetric results according to the vaginismus grades.
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