El liquen escleroatrófico vulvar es una enfermedad crónica de la piel que afecta principalmente a la región genital y anal. Se caracteriza por la aparición de manchas blancas, delgadas y arrugadas en la piel, que pueden causar picazón, dolor y otras molestias. Aunque puede afectar a mujeres de todas las edades, es más común en mujeres posmenopáusicas.
¿Qué es el liquen escleroso vulvar?
El liquen escleroso es una patología crónica y progresiva de la piel de la vulva que con frecuencia afecta también a la región perianal.
Los síntomas más frecuentes son:
- Manchas blancas: aparición de manchas blancas en la vulva que pueden extenderse a otras áreas genitales y anales.
- Picazón intensa: sensación de picazón persistente y a menudo severa que afecta a la calidad de vida e incluso al sueño.
- Dolor y malestar: dolor al tocar la zona afectada, durante las relaciones sexuales o al orinar. Si se ve afectada la zona perianal puede doler también al defecar.
- Piel frágil y fina: la piel puede volverse muy delgada y quebradiza, con riesgo de desgarros y ulceraciones que pueden sangrar, así como más arrugada y pálida.
- Alteración de la anatomía fusionándose los labios menores y ocultando a veces el clítoris, lo que puede afectar la anatomía normal y la función genital. Hay una afectación de la región perianal, en forma de ocho, desde alrededor de la vulva al ano. Y, en algunos casos, se puede producir una estenosis vaginal, es decir, el estrechamiento de la abertura vaginal debido a la cicatrización y la fusión de los tejidos.
- Aumento del riesgo de infecciones urinarias. Las cicatrices y los cambios anatómicos pueden predisponer a infecciones del tracto urinario.
Se cree que la prevalencia de esta entidad clínica está infraestimada, aunque los estudios al respecto hablan de una de cada 30 mujeres adultas y una de cada 1.000 niñas.
Es una enfermedad que tiene graves consecuencias en la calidad de vida de la mujer, física, mental y emocional, por lo que conviene buscar tratamiento cuanto antes. El malestar constante y las alteraciones en la apariencia y función genital pueden causar estrés, ansiedad y afectar la autoestima.
¿Cuál es la causa del liquen esleroso vulvar?
El origen del liquen escleroso es desconocido, aunque se cree que hay diversos factores que pueden favorecer su aparición, como factores genéticos, infecciosos, inmunológicos y hormonales.
Así, la mayor incidencia de esta patología se produce en aquellos momentos de la vida de la mujer en los que los niveles de estrógenos son menores, como la llegada de la menopausia o en niñas prepúberes.
Además, existe una asociación con enfermedades autoinmunes, deficiencia de vitamina A, exceso de elastasa o déficit de la 5 alfa reductasa.
¿Cómo se diagnostica y trata el liquen escleroso?
El diagnóstico generalmente se realiza mediante una combinación de historia clínica, examen físico y, en algunos casos, una biopsia de piel para confirmar la presencia de cambios característicos en el tejido. La vulvoscopia puede ayudar en el diagnóstico ya que en fases avanzadas los cambios estructurales suelen ser muy evidentes.
Es muy importante evitar el retraso en el diagnóstico, ya que el tratamiento en fases tempranas puede reducir o prevenir la aparición de cambios en la anatomía de la vulva y secuelas irreversibles.
En cuanto al tratamiento, la primera línea de tratamiento suelen ser las cremas o ungüentos con corticosteroides potentes, que ayudan a reducir la inflamación y los síntomas.
En algunos casos, especialmente si hay atrofia vaginal asociada, se pueden usar estrógenos tópicos.
Es importante tener un seguimiento regular con el ginecólogo o dermatólogo para monitorear la evolución de la enfermedad y ajustar el tratamiento según sea necesario.
Además de la medicación, se aconseja evitar irritantes y mantener una buena higiene genital con productos suaves y no perfumados para calmar las molestias de la piel y ayudar a la flora vaginal. Hay que lavarse la zona íntima una sola vez al día con jabón íntimo con una galénica oleosa, suave, a ser posible de pH neutro o alcalino.
También se aconseja evitar duchas vaginales y productos perfumados; usar ropa interior de algodón que permita la ventilación y evite la humedad; mantener las uñas cortas y evitar rascarse para prevenir lesiones adicionales; no utilizar toallas ni papel higiénico seco, secarse con alguna compresa de algodón, sin restregar.
Además, puedes recurrir a suplementos naturales que pueden ayudarte a aliviar las molestias, como el espino amarillo, una planta que ayuda a mantener la humedad de las mucosas, también de la vagina, previniendo la pérdida de agua y aumentando la absorción de los corticoides. Además, contribuye a mejorar la elasticidad y por ende la sensación de bienestar, evitando los desgarros. Puedes encontrarlo en FemmeUp Oil formulado a base de espino amarillo.
Otra gran ayuda para minimizar el impacto de esta enfermedad es FemmeUp Plenipausia, con ingredientes que ayudan a equilibrar las hormonas, la principal causante del liquen vulvar.
Algunas mujeres encuentran alivio con tratamientos adicionales como la terapia con láser, la carboxiterapia, los tratamientos con ácido hialurónicoe, el plasma rico en plaquetas o la fototerapia.
Por último, la psicoterapia puede ayudarte si esta enfermedad afecta a tu calidad de vida y el asesoramiento sexológico si no puedes mantener unas relaciones sexuales placenteras y sin dolor.
Fuente:
American Academy of Dermatology: Lichen Sclerosus