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¿Cómo afecta el estrés a la vida sexual?

En nuestro día a día, son muchas las variantes que influyen negativamente en nuestra vida sexual, incluyendo el estrés, un mal que todos sufrimos en algún momento de nuestra vida. Lo paradójico es que, aunque no apetezca tener relaciones cuando estamos estresados, el sexo es la mejor terapia antiestrés.

¿Por qué sufrimos estrés?

El estrés es uno de los problemas más habituales del siglo XXI: las cargas personales y laborales, el querer llegar a todo y ser la madre, la mujer y la profesional perfecta hace que nos pasemos el día yendo de un lado para otro como locas, sin tiempo para nada.

Existen dos tipos de estrés:

- Estrés agudo: el estrés que aparece ante una situación peligrosa o complicada y que desaparece rápidamente. Este estrés es habitual y puede incluso resultar positivo para afrontar retos.

- Estrés crónico: el estrés que dura un tiempo prolongado (semanas o meses), que no se puede controlar y que llega a causar problemas de salud al acumular los niveles de cortisol en sangre. Este estrés es particularmente negativo para las mujeres debido a que el cortisol no deja de ser una hormona.

Son muchas las causas y las situaciones que pueden hacer que una persona sufra estrés sostenido en el tiempo (un divorcio o separación, la muerte de un familiar, empezar un trabajo nuevo, quedarse en paro, tener problemas económicos…) y, desde hace unos meses, la pandemia). Las complicaciones asociadas a la pandemia que controla nuestras vidas desde marzo de 2020 han hecho que aumente el estrés y la ansiedad en muchas personas.

¿Cómo saber si sufro estrés crónico?

Cuando el estrés se vuelve crónico, podemos experimentar una serie de síntomas físicos y psíquicos.

- Síntomas físicos: presión arterial alta, alteraciones menstruales, diarrea o estreñimiento, cefaleas tensionales, cansancio, problemas para dormir, problemas en la piel como acné o sarpullidos, pérdida o aumento de peso, dolores estomacales, dolor en el pecho, dolores musculares, sudoración excesiva, palpitaciones, sequedad de boca o aparición de tics nerviosos.

- Síntomas psicológicos: ansiedad, depresión, falta de memoria, inquietud, nerviosismo, falta de motivación, arrebatos de ira, miedo, ganas frecuentes de llorar, cambios de humor, irritabilidad, sensación de fracaso, problemas para tomar decisiones, baja autoestima…

¿Cómo afecta el estrés a la vida sexual?

Con todo estos síntomas físicos y mentales (afortunadamente no todas las personas los experimentan todos ni con la misma intensidad), es muy dificil que surjan las ganas de mantener relaciones sexuales. Y es que los problemas sexuales son otro de los síntomas asociados al estrés.

Los cambios de humor, la ansiedad, la irritabilidad y los síntomas psicosomáticos afectan a nuestra libido. También puede disminuir la lubricación vaginal natural, lo que puede causar dispareunia (dolor en la penetración), haciendo que nos apetezca aún menos mantener relaciones sexuales. Además, puede producirse cambios hormonales que reducen el apetito sexual. En resumen, no tener la libido alta dificulta los orgasmos y las relaciones satisfactorias.

En definitiva, las personas estresadas apenas tienen tiempo ni ganas para hacer el amor, lo que afecta a su vez a sus relaciones de pareja. Esto causa más estrés y ansiedad, un círculo vicioso que parece difícil de cortar.

Vamos a ver algunos consejos para salir de él.

¿Cómo resolver este problema?

Una buena manera de resolver nuestros problemas de estrés es averiguando la causa del mismo, ya que no todas las personas experimentan estrés por lo mismo.

Indaga en tu vida, intenta descubrir desde cuándo te sientes estresada y por qué. ¿A qué se debe el estrés de tu vida? ¿Trabajo, hijos, pareja, problemas económicos o de salud? ¿Es acaso por la pandemia? Si estás estresada por todos los problemas derivados del COVID-19, una buena idea es dejar de ver las noticias relacionadas con el tema (vamos, apagar la tele y dejar de consultar los periódicos…).

Si el motivo es otro, tienes que intentar arreglar ese problema. Si no se puede aprender a gestionarlo de manera que no te cause tanto estrés. Aprende a priorizar, a delegar y a poner cada cosa en su sitio. Hay que saber gestionar nuestras emociones y conflictos para que no nos provoquen estrés crónico, ya que es un problema que afecta negativamente a nuestra salud y nuestra vida emocional.

Si el estrés está relacionado con los hijos, comparte los tiempos de cuidado de forma equitativa con tu pareja. Si está relacionado con el trabajo, no te lleves las preocupaciones a casa. En definitiva, intenta que el estrés no te supere.

Además, existen muchas técnicas que nos ayudan a combatir el estrés:

  • Yoga
  • Mindfulness
  • Técnicas de respiración y relajación
  • Dedicar más tiempo a nuestros hobbies
  • Practicar ejercicio físico de manera regular
  • Dedicar más tiempo a los amigos
  • Buscar tiempo para una misma
  • Dormir y descansar bien
  • Escribir un diario
  • Acudir a un psicólogo
  • Y, por supuesto, el sexo

Aunque nos cueste mucho y lo último en lo que pensamos por la noche después de todo el día sea en acostarnos con nuestra pareja, hay que saber que el sexo es la mejor terapia antiestrés. Esto se debe a que durante el sexo liberamos endorfinas, las llamadas hormonas de la felicidad, que nos hacen sentir mejor, más relajados e incluso disminuyen el dolor. Por eso, después de mantener relaciones sexuales te sentirás menos estresada y tensa.

Plantéate el sexo como una terapia sanadora que te ayudará a sentirte mejor. Intenta crear una rutina, apaga la tele y siéntate con tu pareja en la cama a hablar y charlar de vuestro día. Sin móviles, ni teles ni distracciones. Así, potenciarás que surja el deseo. Dedicad tiempo a los preliminares: enciende velas aromáticas, daos un masaje o un baño romántico (también muy buenas técnicas antiestrés) y verás cómo te apetece más. También puedes recurrir a los suplementos naturales de maca o damiana que ayudan a restaurar el deseo sexual y mejorar la libido. 

O suplementos de Ashwagandha, una planta adaptógena que ayuda al cuerpo a adaptarse al estrés sin consecuencias negativas, como FemmeUp Zen

Aunque no acabéis teniendo relaciones, ese momento íntimo mejorará vuestra relación y seguro que también disminuye el estrés.

Fuente:

Berman Laura; Berman Jennifer (2005), Solo para mujeres, Espasa Calpe.

“Sexual Experience Promotes Adult Neurogenesis in the Hippocampus Despite an Initial Elevation in Stress Hormones”, Benedetta Leuner, Erica R. Glasper, Elizabeth Gould. Published: July 14, 2010https://doi.org/10.1371/journal.pone.0011597

 

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