Historia de los vibradores
Los vibradores son uno de los juguetes sexuales más extendidos entre la población femenina. Estos aparatos funcionan dando un masaje en el clítoris que ayuda a la mujer a alcanzar el orgasmo de forma rápida. Es decir, es una forma de masturbarse, aunque también puede usarse en pareja.
Sin embargo, el origen de este juguete no está en el sexo, sino en la medicina. Así, aunque parezca increíble, los vibradores se crearon a finales del siglo XIX para tratar la “histeria” femenina, una enfermedad actualmente desacreditada que englobaba desfallecimientos, retención de líquidos, insomnio, pérdida del apetito, dolores de cabeza e irritabilidad, entre otros síntomas. El tratamiento para esta enfermedad era el masaje del clítoris, con el que se pretendía producir a la mujer un “paroxismo histérico”, que no es otra cosa que lo que hoy denominamos orgasmo, pero en esa época, no se creía que las mujeres pudieran tener orgasmos. Además, se pensaba que todos los problemas mentales de las mujeres estaban relacionados con sus genitales.
Su inventor fue el Dr. Joseph Mortimer Granville quien, quizá cansado de masajear manualmente a sus pacientes el clítoris, creó un aparato electromecánico para efectuar este masaje de forma más rápida.
Su uso fue bien aceptado socialmente ya que, al usarse en el exterior de la vagina, no se consideraba algo sexual. Tanto es así, que fue uno de los primeros aparatos del hogar en ser electrificado.
Sin embargo, a partir de 1920 empezó a usarse en películas pornográficas y perdió así su respetabilidad, convirtiéndose en objeto de perversión y tabú, por lo que las mujeres no podían usarlo. Y así siguió hasta que en los años 60 comenzó la liberación de la mujer en el terreno sexual.
Beneficios de los vibradores
- Ayudan a conocerse mejor y saber qué necesitamos para alcanzar el orgasmo.
- Dan placer de forma rápida, ideal para momentos de gran estrés.
- Mejoran la sensibilidad de la vulva y la vagina al aumentar la circulación sanguínea en la zona. La vasodilatación de los labios y el clítoris pueden verse reducidos tras una intervención de cirugía ginecológica o tras la menopausia, y el vibrador puede ayudar a mejorar la sensibilidad en la zona.
- Pueden aumentar y mejorar la libido y la lubricación vaginal en épocas de más cansancio, estrés, menor deseo sexual por diferentes motivos…
- Ayudan a fortalecer el suelo pélvico al causar contracciones en los músculos de la zona perineal, lo que a su vez previene la incontinencia.
- Rompen con la monotonía en el sexo, pudiendo mejorar las relaciones sexuales con la pareja.
¿Pueden causar adicción y afectar a las relaciones sexuales?
Algunas personas creen que el uso continuado de los vibradores, que ofrecen una estimulación muy potente, intensa y pasiva, puede hacer que la mujer se costumbre a ese tipo de excitación y dificulte el orgasmo sin ellos, ya que se alcanza antes que si lo hacemos con nuestras manos o lo hace nuestra pareja.
Sin embargo, no tiene por qué ser así, solo hace falta saber que el orgasmo tardará más y ser más paciente. No todo tiene que conseguirse de forma rápida. Si ves que tardas más en alcanzar el orgasmo de otra forma, no te pongas nerviosa, es normal, simplemente, disfruta de las sensaciones y deja que llegue cuando tenga que llegar.
Por supuesto, siempre puedes recurrir al vibrador si no lo consigues de otra forma, pero es bueno que no dependas de ningún aparato para excitarte y sentir placer, así no estarás atada a tener un vibrador para disfrutar y podrás hacerlo en cualquier sitio y momento.
Para ello, es conveniente que no uses solo el vibrador para darte placer, sino que sigas usando tus manos, los masajes, la ducha o cualquier otra herramienta para que conozcas mejor tu cuerpo y tus sensaciones y sepas que a veces se tarda más en llegar al clímax. Si te has acostumbrado demasiado, deja el vibrado una temporada en la mesilla o empieza con él y acaba con tus manos.
También hay personas que se resisten a usar vibradores porque creen que pueden causar infecciones, pero no esto no tiene que pasar si se cuida su higiene.
Otro miedo es que entumezca las partes, pero esto puede pasar si se usa a mucha potencia o apretando mucho. Si te causa dolor o molestia, reduce la potencia y úsalo con más suavidad.
¿Qué tener en cuenta a la hora de elegir un vibrador?
- No todos los vibradores son iguales. Algunos son vibradores y consoladores a la vez, es decir, estimulan el clítoris a la vez que se introducen en la vagina; otros estimulan solo el clítoris; otros buscan el punto G… Según la forma en la que alcanzas el orgasmo o según lo que más te guste deberás comprar uno u otro. O tener varios para según lo que te apetezca en cada momento.
- Elige un vibrador de calidad que esté fabricado con silicona médica, un material poroso, muy suave, hipoalergénico y fácil de limpiar.
- Busca uno que no tenga ftalatos, un compuesto plástico perjudicial para la salud.
- El tamaño también importa en este caso, pero al revés. No hace falta que sea enorme para darte más placer, algunos pequeños pueden ser muy satisfactorios. Elige el tamaño que más se adapte a tus gustos.
- Si no eres muy tecnológica, mejor elige uno sencillo y sin demasiadas complicaciones.
- La estética también es importante, por lo que debe resultarte agradable a la vista.
- Si notas la libido baja, además de recurrir a los vibradores puedes usar un suplemento natural a base de maca, damiana, jengibre o ginkgo biloba para aumentar tu deseo sexual y tu placer.
Redacción: Irene García, Directora de Contenidos de Fourcats Media
Martín Castresana, P. (2020, 5 octubre). La histeria femenina y el invento del vibrador. DAMAR | Psicología y Nutrición en Bilbao. https://www.centrodamar.com/la-histeria- femenina/