Sufrir maltrato, ya sea psicológico, físico o sexual, deja muchas secuelas en la víctima que puede sufrir graves consecuencias como depresión, intentos de suicidio, ansiedad, miedo… Por eso, si has sufrido maltrato debes buscar ayuda para superar de la mejor manera posible el abuso sufrido.
¿Qué es el maltrato o abuso?
El maltrato es cualquier acción o comportamiento que cause daño físico, emocional, psicológico o social a una persona. Puede incluir violencia física, abuso emocional o psicológico, abuso sexual, explotación y negligencia, y afecta tanto a niños como a adultos. Se caracteriza por la imposición de sufrimiento o daño, generalmente por parte de alguien en una posición de poder o control sobre la víctima.
Existen diferentes tipos de maltrato y pueden darse de forma aislada o varios a la vez:
- Maltrato físico. Consiste en el uso de la fuerza física de manera intencional para causar daño, dolor o sufrimiento a la víctima. Puede incluir golpes, empujones, quemaduras, pellizcos, o cualquier otro tipo de agresión física.
- Maltrato psicológico o emocional. Implica la manipulación, el control, la humillación o la intimidación de una persona, afectando su autoestima y estabilidad emocional. Suele ser más difícil de detectar, ya que no deja marcas visibles.
- Maltrato sexual. Es cualquier forma de contacto o comportamiento sexual no consentido, que incluye abuso sexual, violación, acoso sexual o explotación sexual.
¿Cómo de habitual es el maltrato en nuestra sociedad?
A nivel mundial, la OMS estima que una de cada cuatro personas fue víctima de algún tipo de maltrato en su infancia. Este incluye abuso físico, emocional, negligencia y abuso sexual, y tiene consecuencias graves en la salud mental y física a largo plazo.
Según UNICEF, cerca de 400 millones de niños y niñas pequeños de todo el mundo sufren habitualmente algún tipo de disciplina violenta en sus hogares.
Los datos de ONU Mujeres muestran que, en todo el mundo, 736 millones de mujeres –casi una de cada tres– han sido víctimas de violencia física o sexual por parte de su pareja, de violencia sexual fuera de la pareja, o de ambas, al menos una vez en su vida (el 30% de las mujeres de 15 años o más). Estos datos no incluyen el acoso sexual.
Los últimos datos conocidos a nivel mundial, de 2017, dicen que 3 de cada 5 mujeres asesinadas lo fueron a manos de su pareja, expareja o algún miembro de su familia. África es el continente con mayor tasa de feminicidio, seguido de América.
En el caso de España, los datos de 2020 que cada mes se denuncian más de 1.000 agresiones y abusos sexuales y las cifras de violaciones grupales crecen (y se conocen más). Según un informe del Ministerio de Igualdad publicado en septiembre de 2020, 1 de cada 2 mujeres (es decir, la mitad de las mujeres que vive en España) ha sufrido algún tipo de violencia machista en su vida. Esto incluye situaciones de acoso, incluso callejero.
Datos realmente alarmantes.
¿Qué secuelas deja el maltrato en las víctimas?
El maltrato deja secuelas profundas en las víctimas, afectando su bienestar físico, psicológico y social. Estas secuelas pueden ser inmediatas o a largo plazo.
- Problemas psicológicos: depresión, ansiedad, trastorno de estrés postraumático (TEPT) y baja autoestima. Las víctimas a menudo presentan problemas de autovaloración y síntomas de trastornos de pánico.
En niños, el maltrato puede interrumpir el desarrollo emocional y psicológico, causando problemas de conducta, dificultades para relacionarse y una mayor vulnerabilidad a trastornos mentales durante toda su vida (depresión, ansiedad, etc.).
- Problemas físicos: además de los problemas derivados de las palizas o golpes (fracturas, daños internos), el maltrato crónico aumenta el riesgo de enfermedades a largo plazo, como problemas cardíacos, diabetes o dolor crónico. También causa problemas como alteraciones del sueño, problemas digestivos, hiperactividad, etc.
- Aislamiento social: las víctimas de maltrato, especialmente de abuso emocional o psicológico, a menudo sufren aislamiento social. Pueden experimentar dificultades para confiar en los demás, lo que afecta sus relaciones personales y su capacidad para formar redes de apoyo.
- Secuelas conductuales: algunas víctimas pueden desarrollar comportamientos autodestructivos, como el abuso de sustancias, comportamientos suicidas o autolesiones. Los niños maltratados pueden presentar conductas agresivas o antisociales, repitiendo patrones de violencia en la vida adulta.
- Impacto intergeneracional: el maltrato puede perpetuarse en generaciones futuras. Las víctimas de abuso durante la infancia tienen un mayor riesgo de convertirse en maltratadores o ser revictimizadas en la adultez.
¿Qué terapias son útiles para recuperarse y sanar después del maltrato?
Las víctimas de maltrato necesitan ayuda psicológica para superar las secuelas del abuso y poder seguir con su vida con los menos daños posibles. Existen muchas terapias que se usan en estos casos:
- Visualización: es una técnica que puede ser útil para superar el maltrato y ayudar en el proceso de sanación emocional. Existen diversas técnicas de visualización, como imaginarse un lugar seguro donde te sientas a salvo; visualizar un futuro libre de maltrato; visualizar la luz, usándola como símbolo de sanación y protección; etc.
- Técnicas de relajación para controlar el estrés y la ansiedad, como mindfulness, yoga, respiración profunda, etc.
- EFT: la Terapia de Liberación Emocional (EFT, por sus siglas en inglés) es una técnica que combina principios de la psicología con técnicas de acupresión. Se utiliza para aliviar diversas emociones y traumas, siendo especialmente efectiva para reducir la ansiedad, el estrés y el dolor emocional. Se basa en la idea de que las emociones negativas son el resultado de interrupciones en el flujo de energía del cuerpo. Al "tocar" (o golpear suavemente) puntos específicos de acupuntura en el cuerpo mientras se habla de la emoción o situación problemática, se busca restaurar el equilibrio del sistema energético.
- EMDR: la Terapia EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimiento Ocular) es un enfoque psicoterapéutico que ha demostrado ser efectivo en el tratamiento del trauma y otros trastornos emocionales. Desarrollada por Francine Shapiro en los años 80, EMDR ha ganado reconocimiento por su eficacia, especialmente en el tratamiento del trastorno por estrés postraumático (TEPT). La terapia EMDR se basa en la premisa de que las experiencias traumáticas pueden quedar "atascadas" en el sistema nervioso, lo que provoca síntomas de ansiedad, depresión y otros problemas emocionales. EMDR ayuda a procesar estos recuerdos traumáticos mediante la reactivación de la memoria y el uso de movimientos oculares o estimulación bilateral (como golpecitos en las manos).
- Somatiche o Somatic Horse Experience: creado por la terapeuta Marta Cirera, es una terapia de sanación centrada en los caballos. Se utiliza una metodología innovadora centrada en el cuerpo, creada a partir de herramientas somáticas, el trabajo de procesamiento del trauma, y la experiencia de introducir el caballo como agente de realidad.
Se tiene en cuenta cómo ha sido el impacto del trauma en el cuerpo de la persona y se acompaña para la regulación del sistema nervioso, atendiendo la individualidad de cada cual. Se busca poder salir de la dinámica de miedo, hiperactivación o de cualquier otro impacto que todavía esté presente raíz de la experiencia de violencia vivida y que mantiene a la persona en un estado de desconexión.
Para volver la conexión en el cuerpo se trabaja a partir de sentir el cuerpo y estar arraigado. Se trata que la persona pueda aumentar la ventana de resiliencia, que es la zona donde el sistema nervioso es capaz de regularse. Las personas traumatizadas tienen poca capacidad de regulación, poca gestión del estrés. Cuando ayudamos a la fisiología, la persona amplía su capacidad de gestión, su ventana de resiliencia.
El caballo es clave en el proceso de acompañamiento puesto que se consigue un marco de realidad en movimiento: en contacto con el caballo la persona despliega el comportamiento que hace habitualmente cuando está más estresada o tiene miedo. Es como si estuviéramos en una realidad cotidiana con la peculiaridad de poder parar la activación del caballo, centrarnos en la persona para poder regular y añadir gota a gota más activación. Una “gimnasia” del sistema nervioso para ponerlo en forma por así poder tener más capacidad de adaptación ante la activación y el estrés de la vida.
¿Qué beneficios ofrece Somatiche?
- Aumentar la capacidad de regulación emocional de las personas, en especial la gestión del miedo y su afectación en la cotidianidad.
- Contribuir al goce de una vida cotidiana en conexión con las propias necesidades.
- Mejorar la autoestima y el autoconcepto de las personas participantes.
- Fomentar la confianza en los propios recursos personales y el conocimiento de las propias capacidades a la hora de hacer frente a las diversas situaciones de la vida.
- Potenciar relaciones saludables contribuyendo al fortalecimiento de los vínculos seguros.
- Aumentar la resiliencia y mejorar el bienestar emocional.
Fuentes:
Organización Mundial de la Salud (2021). Violence against women prevalence estimates, 2018. https://www.who.int/publications/i/item/9789240022256
Ministerio de Igualdad: https://www.lamoncloa.gob.es/serviciosdeprensa/notasprensa/igualdad/Paginas/2020/100920-macroencuesta.aspx?_gl=1*shovxy*_gcl_au*MTA1OTE4ODUzOC4xNzI3MTY3NzI2
Marta Cirera: https://www.somatiche.es/
Asociación Americana de Psiquiatría
Church D, Yount G, Brooks AJ. The effect of emotional freedom techniques on stress biochemistry: a randomized controlled trial. J Nerv Ment Dis. 2012 Oct;200(10):891-6. doi: 10.1097/NMD.0b013e31826b9fc1.