La endometriosis es una enfermedad crónica inflamatoria que provoca mucho dolor, además de otros problemas como infertilidad, dolor en las relaciones sexuales… todo lo cual afecta de manera muy negativa a las mujeres que la padecen, sobre todo cuando no consiguen un diagnóstico y tratamiento que les ayude a aliviar estos síntomas.
¿Qué es la endometriosis?
La endometriosis es una enfermedad crónica que afecta entre el 2 y el 17% de las mujeres en edad reproductiva.
Los síntomas comunes son dolor pélvico crónico, fatiga, dismenorrea congestiva, sangrado menstrual abundante y dispareunia profunda.
¿Cómo afecta la endometriosis a la calidad de vida?
Muchos estudios han demostrado el considerable impacto negativo de esta afección en la calidad de vida de las mujeres, especialmente en los ámbitos del dolor y el funcionamiento psicosocial, aunque afecta a muchas facetas de la vida ya que es una enfermedad crónica y a menudo debilitante.
Por ejemplo, un estudio realizado en Australia encontró que las mujeres con endometriosis informaron niveles bajos de bienestar subjetivo, considerablemente por debajo del rango normativo de 70-80 para las poblaciones occidentales. La puntuación total media del Perfil de Salud de Endometriosis indicó una calidad de vida relacionada con la salud muy baja entre las mujeres de esta muestra. Los hallazgos de los datos cualitativos sugieren que la endometriosis impacta negativamente en la vida de las mujeres en varias áreas como vida social, relaciones y planes futuros, lo que a su vez afecta la calidad de vida general de las mujeres.
El estudio destacó el fuerte impacto negativo que la endometriosis puede tener en el bienestar subjetivo de las mujeres y en la calidad de vida relacionada con la salud, contribuyendo a problemas de productividad, dificultades en las relaciones e insatisfacción social y aumentando el riesgo de comorbilidades psicológicas.
Y es que los síntomas de la endometriosis perjudican progresivamente la capacidad de la mujer para realizar algunas actividades diarias y dan lugar a una percepción de empeoramiento del estado de salud y del bienestar general, pudiendo causar incluso trastornos emocionales graves como ansiedad o depresión.
El dolor crónico puede afectar la calidad del sueño, acentuar el estrés, disminuir los niveles de actividad y causar fatiga. Mientras que el dolor en las relaciones sexuales puede causar problemas en la relación de pareja, incluso suponer el fin de esta y el aislamiento de la mujer. Muchas mujeres que padecen endometriosis reducen el número y la calidad de las relaciones comprometiendo su actividad sexual, autoestima y grado de satisfacción. Asimismo, su estado psicológico puede afectar también al ámbito sexual, con un menor deseo sexual o libido baja, menor excitación, menos orgasmos al sentir dolor…
Además, los síntomas relacionados con la endometriosis interfieren sustancialmente con el empleo de las mujeres afectadas, lo que provoca en muchos casos la pérdida de varios días laborales y puede afectar a su carrera laboral de manera negativa.
Y no solo afecta emocional y físicamente a la mujer, también puede ser una carga económica, sobre todo en países en los que no existe un sistema de sanidad público o este es deficiente, obligando a las mujeres a recurrir a centros privados o a pagar mucho por los medicamentos y tratamientos. Y puede llegar a suponer un gran coste si va asociado a infertilidad y la mujer debe recurrir a tratamientos de reproducción asistida.
Por último, la mayoría de las mujeres que padecen endometriosis perciben falta de apoyo y comprensión en su entorno, lo que hace que se sientan solas y avergonzadas, aumentando su aislamiento y depresión.
En definitiva, la endometriosis afecta a todos los aspectos de la vida de la mujer por lo que ha de ser tratada por un equipo multidisciplinar que le ayude no solo a tratar los síntomas, sino también a superar los problemas emocionales, mentales, sociales o económicos.
¿Cómo superar estos problemas causados por la endometriosis?
Superar los problemas causados por la endometriosis puede ser un desafío, pero existen diversas opciones de tratamiento y estrategias para manejar los síntomas. Lo primero es buscar la orientación de un ginecólogo o un especialista en endometriosis. Un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento personalizado son fundamentales.
Los medicamentos, como analgésicos, antiinflamatorios no esteroides (AINEs) o terapias hormonales, pueden ayudar a controlar el dolor y la inflamación asociados con la endometriosis.
En casos más graves, la cirugía puede ser necesaria para extirpar los implantes de endometriosis y aliviar los síntomas. La cirugía puede incluir la laparoscopia, que es un procedimiento mínimamente invasivo.
Además, deberás buscar qué técnicas del manejo de dolor te funcionan y te ayudan a reducir este síntoma, como terapia física, acupuntura, meditación y el yoga… busca información sobre esta enfermedad para saber todas las opciones disponibles que pueden ayudarte. Busca también apoyo emocional a través de grupos de apoyo, terapia psicológica o consejería.
Adopta un estilo de vida saludable, que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular y suficiente descanso. Esto puede ayudar a gestionar los síntomas y mejorar tu bienestar general.
Existen además suplementos que pueden ayudarte a mejorar los síntomas, como FemmeUp Caps, con efecto antiinflamatorio y regulador hormonal gracias a la damiana y la vitamina B6; o FemmeUp Endo, un suplemento especial para aliviar los síntomas de la endometriosis y mejorar la calidad de vida de las mujeres gracias a sus ingredientes como cúrcuma, vitaminas C, D y E selenio y magnesio que regulan las hormonas y alivian el dolor.
Fuentes:
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