El deseo es el estado mental creado por estímulos externos (exógenos) e internos (endógenos) que induce la necesidad o el deseo de participar en una actividad sexual. Por lo tanto, para mantener un deseo sexual activo es necesario tener en cuenta ambos factores.
¿Cómo funciona el deseo sexual?
El ciclo de respuesta sexual consta de deseo, excitación, orgasmo y resolución (tanto fisiológica como psicológica).
El deseo es el estado mental creado por estímulos externos e internos que induce la necesidad o el deseo de participar en una actividad sexual.
Se puede decir que el deseo consiste en:
1) raíces biológicas, que en parte se basan en hormonas como los andrógenos y los estrógenos,
2) raíces motivacionales, que se basan en parte en cuestiones de intimidad, placer y relaciones,
3) cuestiones cognitivas como riesgo y deseo.
La excitación es el estado con sentimientos específicos y cambios fisiológicos generalmente asociados con la actividad sexual que involucra los genitales.
Se puede decir que la excitación consiste en:
1) mecanismos centrales que incluyen la activación de pensamientos, sueños y fantasías,
2) mecanismos periféricos no genitales como la salivación, sudoración, vasodilatación cutánea y erección del pezón
3) mecanismos genitales como el clítoris, labial e ingurgitación vaginal.
Factores endógenos y exógenos que influyen en el deseo sexual
El deseo sexual endógeno es aquel que surge de manera interna, es decir, no requiere de un estímulo externo evidente.
Está vinculado a procesos biológicos y psicológicos intrínsecos de la persona, como niveles hormonales, estado de ánimo positivo o pensamientos eróticos espontáneos. Por ejemplo, sentir deseo sexual tras soñar algo erótico o tener mayor deseo sexual en los días fértiles del ciclo menstrual.
En cuanto a las hormonas, la testosterona, los estrógenos y la dopamina pueden influir en la aparición del deseo sexual endógeno. Por ejemplo, en mujeres, el deseo puede aumentar durante la ovulación debido a cambios hormonales. Así, durante la ovulación la libido aumenta al incrementarse el nivel de los estrógenos.
Sentirse bien, tener seguridad en sí misma y la autoestima alta también aumenta el deseo sexual ya que la persona se siente más abierta a explorar su sexualidad internamente.
A menudo, el deseo sexual endógeno se manifiesta de manera espontánea, sin una causa externa específica. Por ejemplo, una persona puede sentirse sexualmente motivada mientras realiza tareas cotidianas, sin ningún estímulo visual o físico concreto.
Otras veces, son los sueños eróticos, los pensamientos espontáneos o recuerdos sexuales los que despiertan el deseo sexual.
Mientras que el deseo sexual exógeno se desencadena por estímulos externos. Es la respuesta a algo que se percibe a través de los sentidos, como ver a una persona atractiva, oler un perfume, ver una escena romántica o erótica en una película o escuchar una voz sugerente o una canción romántica.
Sin duda, el sentido táctil es el que más aumenta el deseo sexual. Caricias, abrazos, el roce de ciertas zonas del cuerpo (pezones, clítoris), hace que una mujer sienta deseo sexual.
Un ambiente romántico o íntimo, como una cena a la luz de las velas o una escapada romántica, puede ser suficiente para despertar el deseo sexual en muchas mujeres.
La conexión emocional con la pareja también es clave; sentirse amada, deseada y segura en la relación puede hacer que los estímulos externos sean más efectivos. Si la relación marcha bien y la llama de la pasión no se ha acabado, solo mirar a la pareja puede despertar el deseo sexual.
Consumir contenido erótico, como películas, literatura, o incluso escuchar relatos eróticos, puede desencadenar el deseo sexual.
¿Cómo aumentar el deseo sexual?
Por lo tanto, a la hora de tener una vida sexual activa debemos tener en cuenta que el deseo sexual se despierta tanto por factores endógenos como exógenos. En los primeros no siempre se puede actuar ya que no depende de nosotras, pero los segundos sí. Si notas que tu vida sexual está apagada y tu deseo sexual bajo sin causa médica que lo justifique, es fundamental que descubras qué factores exógenos despiertan tu deseo sexual (películas eróticas, masajes, una velada romántica, oler determinados aromas…) y se lo cuentes a tu pareja para que pueda ponerlos en práctica.
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Fuentes:
Murray, S., Milhausen, Robin. Factors impacting women's sexual desire: Examining long-term relationships in emerging adulthood. Canadian Journal of Human Sexuality. https://www.researchgate.net/publication/287600143_Factors_impacting_women's_sexual_desire_Examining_long-term_relationships_in_emerging_adulthood
Bitzer, J. (2016). The Female Sexual Response: Anatomy and Physiology of Sexual Desire, Arousal, and Orgasm in Women. In: Lipshultz, L., Pastuszak, A., Goldstein, A., Giraldi, A., Perelman, M. (eds) Management of Sexual Dysfunction in Men and Women. Springer, New York, NY. https://doi.org/10.1007/978-1-4939-3100-2_18
Ricardo Munarriz, Noel N. Kim, Irwin Goldstein and Abdul M. Traish, Biology of Female Sexual Function. Boston University School of Medicine Sexual Medicine. https://www.bumc.bu.edu/sexualmedicine/physicianinformation/biology-of-female-sexual-function/
